Visto 1133 veces / 14 ene 2021
Desde el momento en que nacemos, la gran mayoría de nosotros somos cubiertos por un velo hipotético de protección que celebra cada pedacito de lo que somos, cada cabello, manchita, arruga, lonjita, absolutamente todo. Conforme crecemos, y vamos más allá en el mundo, ese velo se diluye, y comenzamos a pensar en función de nuestras supuestas imperfecciones.
Pero aquí te va una verdad que no es lo suficientemente dicha: sin importar el tiempo que pase, o lo mucho que cambiemos, sigues siendo digno del mismo valor y amor que el día que naciste.
Seguro has escuchado esta palabra mil veces, que si la tienes alta o baja, que si la ejercitas, o simplemente naces con ella, pero te voy a decir una cosa, la realidad es que lo único que significa esta palabra es que tú te valoras a ti mismo. Así de simple es la autoestima: El valor que te das a ti, no solo ante los demás, sino que también ante tú mismo.
Este tema puede tener muchas caras, y muchas veces se contradice por los mensajes que constantemente recibimos de todos los medios, redes sociales, anuncios, y a veces incluso amigos y familia: tienes que ser delgado para ser bonito, tienes que probar que eres buena persona, tienes que gastar para comprobar que puedes, y toda esta industria tiene una especie de nombre dado por la Dra. Emily Nagasoki (autora renombrada y dra. en educación de la salud): El complejo de la Industria del Bikini (que aplica tanto para hombres como mujeres). Es difícil que podamos luchar contra años de mentalización que constantemente nos dice que de alguna u otra forma estamos mal, pero ¿Qué tal si no tuvieras que conformarte con un estándar? ¿Y si no tuvieras que cumplir con ninguna expectativa más que con la tuya? Cuando yo me cuestioné esto, obtuve una sola respuesta: Sería libre de ser yo.
Aquí te va un truco: imagina que eres digno de amor y respeto, que, al igual que el día en que naciste, te ven con los mismos ojos de amor, y no tienes comparación con nadie más que contigo. Comienza a repetir este pequeño ejercicio y te aseguro que tu percepción sobre ti va a ir de poco a poco cambiando a mejor.
Esto en específico lo encontré muy interesante, ya que la Dra. Nagasoki sugiere una lista de ejercicios (no físicos jajaja yo también me asusté) que sirven para ayudar a nuestras mentes a hacerse la idea de lo mucho que valemos:
Párate frente a un espejo y observa lo que ves frente a ti. Sin dejar de mirar, toma papel y lápiz y escribe todo lo que veas que te gusta, puede ser algo tan simple como el color de tu pelo, o la forma de tu ceja. (Por cierto, está perfectamente bien que lo primero que veas sean tus “fallas”, es parte del complejo que tenemos)
De poco a poco, ignora las cosas que te parezcan “malas” y concéntrate solo en las buenas, y sigue escribiendo lo que se te venga a la mente.
Hazlo de nuevo mañana, y pasado, y así diariamente, hasta cumplir un mes. Lleva un diario si así lo crees necesario.
Según Nagasoki, este ejercicio está diseñado para mentalizarte a pensar mejor sobre ti, y a generar percepciones positivas de ti mismo, finalmente generando una mejor imagen proyectada hacia ti y hacia los demás.
Así que, al final del día, la única opinión que importa sobre ti mismo es la tuya, tú decides a que le das valor, que es lo que quieres proyectar, y como quieres vivir tu vida. Este es el momento para que puedas hacerlo con más fuerza que antes.
Con cariño,
Andrea de EnviaFlores
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